lunes, 30 de abril de 2012

La higiene capilar infantil



  Si la salud capilar de una persona depende, en buena medida, de los cuidados y atenciones que prestemos al cabello durante la etapa infantil de una persona, lógico será, por lo tanto, que nos tomemos muy en serio el tratamiento de nuestro cabello en ese momento de la vida. Por tanto, deberán ser los padres quienes estén atentos a esta cuestión preocupándose de forma permanente de que exista una estimulación de la irrigación sanguínea del folículo y una alimentación adecuada que facilite transportar vitaminas y minerales hasta la raíz del cabello, sin olvidarnos – creo que es obvio – de la importancia de la higiene.

  En este sentido, los profesionales peluqueros aconsejamos lavar la cabeza diariamente con un champú neutro, aclarando con agua lo más pura posible y con una temperatura inferior a los cuarenta grados. Este lavado en los niños no sólo es aconsejable, sino imprescindible, pues ellos despliegan una gran motricidad (deportes, juegos, carreras…) y por ello, precisan de higiene diaria, teniendo siempre muy en cuenta dos factores: la neutralidad del champú y el aclarado posterior con abundante agua.

  Así mismo, la dermatitis seborreica infantil – denominada costra láctea - , es característica de los lactantes en sus primeros meses de vida. Sólo se manifiesta en el cuero cabelludo iniciándose con pequeñas manchas redondeadas, que van creciendo y uniéndose hasta delimitar la zona del eritema, con escamas pegadas de aspecto grasiento y color amarillo terroso. En la mayoría de los casos con unos mínimos cuidados desaparece a los pocos meses.

  Cuando se trate de cabellos muy rubios, deberemos tener en cuenta que las exposiciones al sol aclaran aún más su color y provocan mayor sequedad en las puntas, por los que es recomendable la utilización de un champú para cabellos secos. Quienes pretendan obtener un tono rubio claro en el cabello infantil deberán acudir a un profesional, quien mediante ligeros toques de aclarado en las capas altas, con el peine, conseguirá fácilmente efectos sorprendentes sin perjuicio alguno para el pelo.

  El empleo de la camomila, esa planta herbácea que tiene propiedades medicinales, está contraindicado porque en una eventual exposición al sol, sus principios activos son estimulados por las radiaciones solares desencadenándose una reacción que daña los cabellos. Por el contrario, los champús con camomila resultan totalmente inocuos y los efectos negativos de la loción desaparecen totalmente con el aclarado.

  Cuando la afección del cabello o cuero cabelludo es achacable a causas orgánicas debemos consultar a un médico especialista, que es la persona que está en condiciones más óptimas para tratar eficazmente que el cabello recupere su vigor y consistencia.

  Por supuesto, uno de los aspectos más importantes para la salud capilar, es el corte de pelo. En el primer año de vida del bebé sería aconsejable trimestralmente recortar con mucho mimo esa pelusilla que aún no es cabello, resultando ese retoque tremendamente beneficioso para el posterior desarrollo del cabello del niño. Ese corte debería ser realizado por un profesional competente que se adapte a las características específicas del niño. Jamás otra persona debe tener la osadía de coger unas tijeras u otros instrumentos para llevar a cabo tal misión. El corte del cabello no es sólo un trabajo mecánico; también conlleva otras circunstancias que pueden favorecer el desarrollo capilar, sin olvidarnos, por supuesto, de motivos psicoestéticos, pues según va avanzando en su edad, siempre debemos adaptarnos a las características específicas de cada niño. Es decir, hay que despreciar esa idea de que, como estamos ante un pequeño, cualquier estilo o forma es válido, cuando nada está más lejos de la realidad, pues es precisamente durante esta etapa cuando más hay que atinar en la elección del corte y el peinado.

  Estas orientaciones de higiene capilar son la mejor garantía para que los niños lleguen a tener, en un futuro previsible, una espléndida cabellera. Pero, además de todas ellas, hay otra tal vez más compleja y, por supuesto, no menos importante. Me refiero a que cuando alcanzan la etapa de formación de su “yo”, es muy aconsejable que los padres sepan valorar su narcisismo, respetar y encauzar los gustos de ese adolescente que está a punto de “saltar” a la juventud plena. Es la mejor manera de favorecer su imagen, pues de todos es sabido que ésta tiene una gran importancia en este mundo tan competitivo que nos ha tocado vivir, una sociedad en la que, cuando los niños sean adultos, tendrán que apoyarse mucho en esa imagen, que constituirá un resorte formidable para potenciar su personalidad.

  Como conclusión, hay que decir que hemos de tener muy en cuenta factores no solamente higiénicos y nutritivos, sino también psicoestéticos. Todos ellos conforman un triángulo sobre el que se apoyará, en buena medida, la forma de ser y, por tanto, la manera de actuar del futuro joven y persona madura. Así que, por el bien de los niños, empecemos a cuidar su cabello en todos estos sentidos desde su más tierna infancia.


Ramiro Fernández Alonso
Psicoesteta

No hay comentarios:

Publicar un comentario