domingo, 5 de abril de 2020

Consejos básicos para el cuidado del pelo y la barba durante el confinamiento



Van pasando las horas, los días y las semanas de manera inexorable. Para una inmensa mayoría son momentos terribles, de angustia, incertidumbre y, por qué no decirlo, miedo. Todo transcurre lentamente, como lo hace el crecimiento del pelo, a unos 0,4 milímetros de media al día, es decir, algo más de un centímetro al mes. Atrás queda ya aquel sábado 14 de marzo cuando el Gobierno decretó el estado de alarma, el confinamiento de la población y el cierre de, entre otros muchos negocios, peluquerías, salones de psicoestética e imagen personal.
Llevo días recibiendo innumerables llamadas de clientes y amigos preguntándome por algunos consejos básicos para mantener ese cabello que poco a poco ha ido cogiendo volumen, para saber cómo disimular esos contrastes que el color –el tinte- ha ido destapando, para conocer técnicas sencillas para mantener la barba e incluso alarmados porque sus hijos adolescentes han agarrado la maquinilla y han acabado con la cabeza como el Dalai Lama.
Dadas las tremendas circunstancias que nos está tocando vivir no cabe duda de que la salud es lo primero pero agradezco esas llamadas telefónicas porque vienen a reforzar mi teoría de que el hombre se aburre de verse siempre igual y busca, a través del cabello y la barba, singularizarse. En estos días de encierro en casa algunos aprovechan para probar esa nueva imagen que nunca se han atrevido a mostrar en público. Eso está bien. Dejar crecer la barba, apostar por el bigote, alargar o recortar las patillas e incluso moldear el cabello buscando peinados alejados del habitual. Y punto. Hemos visto, por ejemplo, la nueva imagen de mis amigos Íker Casillas o a Marc Bartra. Ambos compartieron en las redes sociales fotografías con sus cabezas recién rapadas. También personajes de la televisión, como Jorge Javier Vázquez, o el reputado cocinero Dabiz Muñoz, que ha dejado atrás su famosa cresta. No han sido los únicos ni serán los últimos.
A quienes estéis pensando en imitarles os diría que lo meditéis bien antes de dar el paso. Esperad. Seguro que muy pronto volveremos a abrir los salones de peluquería, psicoestética e imagen personal e igual, entonces, os arrepentís de haber acabado en cinco minutos con esas fantásticas cabelleras.


Los que me hagáis caso y aparquéis la tentación de agarrar maquinillas y tijeras recordad que lo ideal es lavarse la cabeza cada dos días empleando un champú neutro independientemente del tipo de pelo que se tenga. Es importante que lo sequemos bien con una toalla y peinarse como lo hemos hecho habitualmente. Ya se sabe, el mejor peine son los dedos de las manos.
Si el volumen empieza a ser ‘ingobernable’ y uno se ve raro y no se siente a gusto frente al espejo recomiendo, con las manos húmedas, aplicar un poco de cera o gomina y extenderla bien. Si no tenéis en casa estos artículos de cosmética masculina es preferible que antes de recurrir a uno malo optéis por coger un buen jabón, generar algo de espuma y aplicarla sutilmente por el cabello.
A quienes hacéis el color –tinte- os digo a todos lo mismo. ¡No desesperéis! Si queréis disimular la situación procurad tener el cabello ligeramente húmedo y comprobaréis que ese contraste no destaca tanto.


Si hablamos de la barba es el mejor momento para darle un descanso a la piel de la cara, es decir, aparcar la agresividad que supone el afeitado diario. Después de ese lavado de cabello en días alternos puede ser también buen momento para aplicar una única pasada con la cuchilla. Recordad el dicho: “una barba bien bañada es medio afeitada”. Humedeced el rostro con agua templada, masajead la cara y aplicad el jabón habitual que empleéis cada uno. Al finalizar, usad un aftershave hidratante, a poder ser sin alcohol.
Quienes no os atrevíais a probar a dejaros barba, tan de moda últimamente, podéis aprovechar para comprobar si os favorece y potencia vuestra imagen personal o, en cambio, la minimiza. Si ya habíais apostado por la barba antes de que se decretara el confinamiento seguid aplicando esos aceites que os aconsejamos los profesionales y lavadla a diario con agua y jabón y esmeraos en secarla concienzudamente.
Por último, además de asomaros a ventanas y balcones a las ocho de la tarde para dedicar esos merecidísimos aplausos a todo el personal sanitario, buscad esos rincones de casa donde afloren rayos de sol y, con la piel del rostro bien hidratada, exponeos directamente durante cinco o diez minutos para que el cuerpo los absorba y produzca esa vitamina D tan saludable y necesaria.
No quiero terminar estas líneas sin mandarle un fuerte abrazo y todo el ánimo del mundo a las familias que han perdido a algún ser querido. También lanzar un mensaje de aliento a quienes están luchando por recuperarse. Agradecer a todas las personas que de una u otra manera están aportando su trabajo, esfuerzo y generosidad para cuidar y atender a los convalecientes, a los que velan por el cumplimiento de las normas establecidas y a quienes facilitan que tengamos lo básico en nuestros hogares. En nombre de todo mi equipo y en el mío propio, muchísimas gracias. A todos os llevamos en nuestros pensamientos y confiamos en poder volver a reencontrarnos pronto con vosotros. Querer es casi lograr; sin querer, nada se logra.





Ramiro Fernández Alonso
Psicoesteta



PELUQUERÍA PSICOESTÉTICA RAMIRO
Arquitecto Reguera, 11
33004 Oviedo
985 243 268
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miércoles, 26 de febrero de 2020

Estambul en la cabeza


 

El próximo 30 de mayo el Atatürk Olimpiyat Stadi de Estambul albergará la final de la Champions League, la competición de clubes más prestigiosa del mundo. La antigua Bizancio y después Constantinopla es a día de hoy la ciudad más poblada de Turquía, superando los quince millones de habitantes, y varias zonas históricas de la urbe están declaradas Patrimonio de la Humanidad. El Gran Bazar, el Museo de Santa Sofía, mezquitas, iglesias, palacios, el puente del Bósforo… la ciudad es un crisol de culturas y ofrece infinidad de atractivos para visitarla. Sin embargo, ninguno ha tenido la suficiente ‘fuerza’ como para que los creativos publicitarios se agarraran a ellos para promocionar la cita futbolística más esperada de cada temporada.
Movistar Plus, el operador de televisión que tiene adquiridos los derechos de esta competición en nuestro país, acaba de iniciar una sorprendente campaña de publicidad bajo el lema ‘Estambul en la cabeza’. Este eslogan, buscando un juego de palabras y un doble sentido, les ha permitido hacer algunas recreaciones empleando la figura de personajes famosos calvos, desde Julio Maldonado ‘Maldini’, comentarista de esa casa, hasta los entrenadores Pep Guardiola o Zinedine Zidane. ¿El motivo?
A nadie se le escapa que en los últimos años muchos hombres con problemas de calvicie han viajado al país otomano atraídos por jugosas ofertas de clínicas que ofrecen injertos de pelo a precios más económicos que en España. A saber: injerto de pelo, viaje y noches de hotel incluidas, todo por entre dos mil y tres mil euros. Soluciones capilares que algunos han llamado de bajo coste –en nuestro país rara vez bajan de los seis mil euros- que han convertido a Estambul en El Dorado para los calvos. De hecho conozco en primera persona a varios que han recurrido a esos servicios y he de reconocer que en la mayoría de los casos han vuelto satisfechos con el resultado.


Ellos forman parte de los más de 400.00 viajeros que en 2018 pusieron rumbo a Estambul para hacerse un injerto capilar, según las cifras que maneja el Organismo de Relaciones Económicas Exteriores de Turquía.
No obstante, jamás he recomendado a nadie los servicios de las más de 350 clínicas especializadas de Estambul –porque en España disponemos de excelentes proesionales-. No digo que en Turquía no ofrezcan garantías, que seguro que sí, sino por las consecuencias que podría tener cualquier anomalía posterior a esas intervenciones de entre seis y ocho horas de duración para colocar alrededor de cuatro o cinco mil cabellos. Es cierto que en Turquía tienen todo bien medido y pautado. Previamente al viaje, el paciente es atendido en varias consultas por correo electrónico o videoconferencia para evaluar su alopecia. Ya en destino es acompañado por un traductor hasta el momento de la operación a cargo un cirujano. Pero… ¿qué pasa con el seguimiento postquirúrgico? ¿Qué ocurre si al volver a casa aparece algún problema? ¿Y si surgen dolores, picores, heridas, hinchazones, foliculitis o alguna zona no queda como esperamos?
A principios de octubre del pasado año tuve la oportunidad de asistir a una conferencia que impartió el doctor Levent Acar en el Club de Prensa de LA NUEVA ESPAÑA en la que estuvo acompañado por el doctor italiano Roberto Capomazza, otro reconocido especialista en implantes, y el peluquero asturiano César Falcón. Al doctor Levent Acar, establecido en Estambul donde dirige una clínica con más de una veintena de profesionales a su cargo y por la que pasan al año 150.000 pacientes con problemas de calvicie, le trasladé esas mismas preguntas. El doctor me reconoció que son conscientes de esos casos que suponen una ‘debilidad’ para sus intereses internacionales y me adelantó que próximamente empezarán a abrir delegaciones en las principales capitales de Europa para poder realizar un seguimiento a sus pacientes.
Que a nadie le sorprenda si próximamente empezamos a ver anuncios de clínicas capitales de Estambul que ofrecen su habitual ‘pack’ más entrada a la final. La pasión turca entendida de otra manera…











Ramiro Fernández Alonso
Psicoesteta



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