Reconocimiento al Concurso y
Muestra de folclore “Ciudad de Oviedo”
Llevo dos décadas asistiendo a la
Muestra de Folclore “Ciudad de Oviedo” y , como aficionado, quiero felicitar
entusiastamente a su alma máter, Carlos Jeannot, y a los patrocinadores: el
Ayuntamiento de Oviedo al frente, que durante casi todos estos años apostó por
la recuperación del folclore asturiano, y al diario LA NUEVA ESPAÑA, por la
divulgación desinteresada y apasionada de esta maravillosa tradición.
Soy consciente de que las
dificultades económicas que todos atravesamos, pero confío plenamente en que
tanto el Ayuntamiento, con su nuevo alcalde, Agustín Iglesias Caunedo –muy
sensible a estos eventos-, como LA NUEVA ESPAÑA continúen apoyando esta
ejemplar Muestra de Folclore “Ciudad de Oviedo”.
Quiero aprovechar para destacar
la brillante labor de todos los que colaboran con Carlos Jeannot para que
edición tras edición este certamen sea mejor. Son excelentes profesionales que
no suben al escenario ni aparecen en el periódico, pero son merecedores de todo
elogio y felicitación porque sin ellos nada sería tan especial. Lógicamente,
quiero dar las gracias y agradecer la generosidad de Carlos por brindarnos la
posibilidad de disfrutar de la bella y excelente presentadora Esther Fonseca.
No me olvido de otra pieza
fundamental: el jurado. Sé lo que significa y la dificultad que supone ejercer
esa tarea porque he sido jurado en varios campeonatos de España y del mundo
dentro de mi sector, la peluquería. Estoy convencido de que son conscientes de
que las únicas personas que quedan satisfechas con su veredicto son las que
ganan. Aún así, todos los integrantes del jurado deben saber que con su
sensibilidad, rigor, conocimiento, experiencia, profesionalidad y saber hacer
nadie puede reprocharles nada. Enhorabuena a todos ellos.
Todos vosotros, organizadores,
patrocinadores, jurado, participantes y público, habéis moldeado durante estos
últimos veinte años la mejor herramienta para revivir las más nobles
tradiciones asturianas: la tonada, la gaita, los grupos de baile, los coros,
los monólogos, el teatro, la música folk, la celta…
Habéis conseguido reunir a los
más brillantes cantaores de tonada y despertar en muchos jóvenes valores que se
están renovando y actualizando, y no sólo en nuestra querida Asturias sino
también en León y en Cantabria, cunas de generaciones que vienen pisando muy
fuerte.
Merecen una mención especial por
su innegable esfuerzo y dedicación los concursos que también se organizan en
Mieres, Rioturbio, Gijón y Avilés, donde año tras año se van superando hitos
importantes. Ojalá en mi querido concejo de Aller, los jóvenes se lancen a
emular a los Santos Banderas, Román Prieto, Carlitos, Caleya, Tonín de Nembra,
Celestino, La Chucha, Juan Luis, Castañón, Requejo, Ataúlfo Lada Camblor, Pepín
de la Rumiá, Ricardo Díaz, Apaolaza, Veneranda, Concha y Salvador Vázquez, por
citar algunos. La canción allerana es tan difícil de entonar como hermosa de
escuchar y observar, con esas “vueltiquinas” aflamencadas que le ponen a uno
los pelos de punta.
En nombre de todos los
espectadores que domingo tras domingo llenan el teatro Filarmónica de Oviedo y
de los miles que lo vemos por la noche en la TPA, quiero daros las gracias y
felicitaros a todos por hacernos disfrutar cada año de veladas inolvidables.
Ramiro Fernández Alonso
Hijo predilecto de Aller
(Artículo publicado en La Nueva
España el 11 de marzo de 2012)
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